¿Qué te trajo a este trabajo difícil?

abuela con nieto

¿Qué te trajo a este trabajo difícil?

Trabajar para la agencia de Bienestar Infantil durante más de 20 años y que me hicieran la pregunta: "¿Qué te trajo a este difícil trabajo?" me llevó a pensar cuando era niño: experiencias traumáticas de la infancia. Tener mis propios hijos cuando comencé esta carrera me hizo más consciente de mis traumas infantiles y desencadenó mis pensamientos con mi estilo de crianza y mi enfoque de las situaciones. Me di cuenta de que mi vocación, corazón y empatía que siempre he tenido por los demás serían fortalezas para el tipo de trabajo y exposición que tendría si trabajara para una agencia como Child Welfare.

Yo era la mayor de cinco hijos y no la niña objetivo del abuso físico que sufrimos y soportamos. Mi lucha comenzó con un impulso interno para ayudar a mis hermanos. Traté de ser su voz mientras atacaba a la persona que se suponía que debía protegernos y nutrirnos, no dañarnos; la llamábamos nuestra madre. A través de años de caos, abandoné la escuela secundaria y dejé el hogar de mi infancia a los 16 años, y prometí no volver jamás. Con los años comencé a madurar a través de mis propias experiencias de vida, pero sobre todo a través de mi educación superior (Estudios Sociales y del Comportamiento) que fue personalmente terapéutica. Tuve que trabajar mucho para poder ayudar a otros. Mis pensamientos cambiaron acerca de por qué mis hermanos y yo pasamos por tanta tristeza y dolor. Me di cuenta de que nuestra madre necesitaba servicios para ayudarla a ver diferente; crianza de los hijos, terapia y otras habilidades importantes para la vida, como el empoderamiento.
 
Trabajar con niños y adultos a lo largo de los años, escuchar historias similares de abuso y negligencia, y ser su voz en un sistema complicado, es la razón por la que elijo hacer el trabajo que hago. En mi capacidad actual de trabajo social, soy un certificador de hogares de crianza y ¡me encanta! La semana antes de Navidad, mi objetivo personal era tratar de colocar a tantos niños como fuera posible en hogares de parientes sanos (o alguien conocido de ellos) para Navidad. Cuando llamé a cada uno de los cuidadores recién certificados para informarles que su hijo familiar podría ser colocado oficialmente en su hogar, escuchar sus lágrimas de felicidad y agradecimiento es una de las razones por las que continúo haciendo este trabajo.

Sea la voz de un niño que tal vez no pueda expresar sus experiencias traumáticas. 

Si ve o sospecha que un niño está siendo abusado o descuidado, llame a la línea directa de abuso infantil de Oregón (1-855-503-SAFE). Puede que seas justo esa voz que un niño necesita.

* Material de archivo utilizado