El impacto de decir “sí”

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Empecé a trabajar con Every Child con mi propio compromiso interno de ser un trabajador detrás de escena. Había visto la angustia de la crianza temporal cuando adoptamos a nuestros hijos y no quería nada de eso para mí.

Cuando me pidieron que fuera miembro de un equipo de relevo para una madre adoptiva que tenía un niño a su cargo, dije que sí, pensando que este compromiso sería mínimo, tal vez una hora aquí o allá. Unas semanas más tarde, la madre adoptiva me contactó y necesitaba a alguien que se quedara con la niña durante una semana mientras ella estaba de vacaciones. Sí, una semana completa.

Mi naturaleza egoísta estaba en pleno apogeo en este punto. De ninguna manera quería renunciar a mi libertad para cuidar a un niño de siete años. Ya había pasado ese punto en la crianza de los hijos. Mis hijos eran adultos y adolescentes. Cuando no se pudo encontrar a nadie más, dije que lo haría, temiendo el momento a medida que se acercaba más y más.

Bueno, esa niña llegó a nuestra casa una mañana con sus maletas, lista para una semana en la granja, ¡y en un par de horas estaba enamorada! Ese límite que se suponía que debía mantener mi corazón a salvo se había hecho añicos la primera vez que se rió.

No fui solo yo. Mis hijos y mi esposo sintieron lo mismo. Era como si ella fuera una pieza faltante en nuestro rompecabezas. Cuando terminó la semana, no queríamos devolverla. No podía creerlo.

Meses después, este niño necesitaba mudarse a un nuevo hogar, y estábamos listos para comprometer cualquier cosa, desde un día hasta toda la vida, sin reservas. Sin embargo, se encontró a un miembro de la familia y la niña fue trasladada allí. Todavía estamos bendecidos de tener este niño en nuestras vidas. Todavía brindamos un respiro y apreciamos las oportunidades de pasar tiempo con ella.

Nos encanta conocer al miembro de la familia que dio un paso adelante y asumió la responsabilidad de este precioso niño. Hay momentos en que amar a este niño ha sido doloroso, pero he aprendido que nuestros corazones no están hechos para ser protegidos. Están diseñados para amar libremente, ya veces eso significará dolor, pero también significa alegría.

-Padre de crianza temporal de Oregón